Para terminar con broche de oro este mes de la concientización sobre el cancer de mama, les quiero compartir una lista de alimentos anticancerígenos (G-BOOMS) creada por el Dr. Joel Fuhrman.
Tal como lo describe en su libro Super Immunity, los G-BOOMS previenen la mutación de células normales a cancerígenas y le proporcionan al organismo las herramientas necesarias para atacar células pre-cancerígenas o cancerígenas que puedan formarse. Lo mejor de todo es que, en términos generales, estos alimentos muy fáciles de incorporar a nuestra dieta y están al alcance de todos.
Tal como lo describe en su libro Super Immunity, los G-BOOMS previenen la mutación de células normales a cancerígenas y le proporcionan al organismo las herramientas necesarias para atacar células pre-cancerígenas o cancerígenas que puedan formarse. Lo mejor de todo es que, en términos generales, estos alimentos muy fáciles de incorporar a nuestra dieta y están al alcance de todos.

Vegetales Verdes:
Particularmente las que pertenencen a la familia de los crucíferos (brócoli, coles de Bruselas, etc.), contienen compuestos anticancerígenos como el sulforafano y otras sustancias que protegen a los vasos sanguíneos, fomentan una visión sana y reducen el riesgo de padecer diabetes. Los fitoquímicos presentes en estos alimentos inhiben una gran variedad de procesos celulares que estimulan el desarrollo del cancer. Uno de ellos es la angiogeénesis (formación de vasos sanguíneos), que es necesaria para el crecimento de tumores y tejido adiposo.El consumo frecuente de vegetales está asociado con una disminución de riesgo de desarrollar cáncer de mama y se ha demostrado que incrementa la sobrevivencia en mujeres que hayan sido diagnosticadas con este mal.
Particularmente las que pertenencen a la familia de los crucíferos (brócoli, coles de Bruselas, etc.), contienen compuestos anticancerígenos como el sulforafano y otras sustancias que protegen a los vasos sanguíneos, fomentan una visión sana y reducen el riesgo de padecer diabetes. Los fitoquímicos presentes en estos alimentos inhiben una gran variedad de procesos celulares que estimulan el desarrollo del cancer. Uno de ellos es la angiogeénesis (formación de vasos sanguíneos), que es necesaria para el crecimento de tumores y tejido adiposo.El consumo frecuente de vegetales está asociado con una disminución de riesgo de desarrollar cáncer de mama y se ha demostrado que incrementa la sobrevivencia en mujeres que hayan sido diagnosticadas con este mal.

Frijoles:
Son únicos debido a su alto contenido de fibra y de carbohidratos resistentes (que no son desdoblados por enzimas digestivas). Estos componentes reducen el número total de calorías que se absorben de los frijoles así como los niveles de colesterol, y son convertidos por la flora intestinal n sustancias que protegen contra el cancer de colon. Incluir con regularidad frijoles en la dieta reduce de manera dramatica el riesgo de padecer cancer de colon. Un reciente análisis de 10 estudios científicos probó que mientras mayor es la ingesta de fibra, mejor es el riesgo de cancer de mama.
Son únicos debido a su alto contenido de fibra y de carbohidratos resistentes (que no son desdoblados por enzimas digestivas). Estos componentes reducen el número total de calorías que se absorben de los frijoles así como los niveles de colesterol, y son convertidos por la flora intestinal n sustancias que protegen contra el cancer de colon. Incluir con regularidad frijoles en la dieta reduce de manera dramatica el riesgo de padecer cancer de colon. Un reciente análisis de 10 estudios científicos probó que mientras mayor es la ingesta de fibra, mejor es el riesgo de cancer de mama.

Cebollas:
Y todos los miembros de su familia como son los ajos, poros, cebollines y chalote no sólo le dan un gran sabor a nuestras comidas sino que también tienen efectos benéficos antidiabéticos, anticancerígenos y en los sistemas cardiovascular e inmunológico. Estos vegetales son conocidos por sus características compuestos organosulfurados (irritan los ojos) que disminuyen el crecimiento tumoral y matan células cancerígenas. El consumo de cebolla y ajo está relacionado con un menor índice de cánceres del sistema digestivo. También contienen un alto porcentaje de flavonoides (antioxidantes) antiinflamatorios que confieren propiedades anticancerígenas.
Y todos los miembros de su familia como son los ajos, poros, cebollines y chalote no sólo le dan un gran sabor a nuestras comidas sino que también tienen efectos benéficos antidiabéticos, anticancerígenos y en los sistemas cardiovascular e inmunológico. Estos vegetales son conocidos por sus características compuestos organosulfurados (irritan los ojos) que disminuyen el crecimiento tumoral y matan células cancerígenas. El consumo de cebolla y ajo está relacionado con un menor índice de cánceres del sistema digestivo. También contienen un alto porcentaje de flavonoides (antioxidantes) antiinflamatorios que confieren propiedades anticancerígenas.

Hongos:
En un estudio reciente llevado a cabo en China, se descubrió que las mujeres que consumen al menos 10 gramos de hongos frescos al día tienen un riesgo de 64% menos de probabilidad de desarrollar cancer de mama. Todos los hongos, incluyendo los más comúnmente consumidos como los Portobello, contienen inhibidores de aromatasa que es una enzima que interviene en la síntesis de estrógenos. Se cree que estos compuestos inhibidores son responsables de las propiedades anticancerígenas que poseen los hongos contra el cáncer de mama. También se han encontrado potentes inhibidores de la angiogénesis en los hongos.
En un estudio reciente llevado a cabo en China, se descubrió que las mujeres que consumen al menos 10 gramos de hongos frescos al día tienen un riesgo de 64% menos de probabilidad de desarrollar cancer de mama. Todos los hongos, incluyendo los más comúnmente consumidos como los Portobello, contienen inhibidores de aromatasa que es una enzima que interviene en la síntesis de estrógenos. Se cree que estos compuestos inhibidores son responsables de las propiedades anticancerígenas que poseen los hongos contra el cáncer de mama. También se han encontrado potentes inhibidores de la angiogénesis en los hongos.

Bayas y Granadas:
La abundante cantidad de antioxidantes de las bayas ayuda a reducir la presión sanguínea y la inflamación, previene el daño del material genetico (ADN) , protege al cerebro del daño oxidativo y estimula a las enzimas antioxidantes del organismo. Junto con las granadas, las bayas proporcionan beneficios antiangiogénicos (previene formación de vasos sanguíneos) y antiinflamatorios que protegen contra el cáncer y otras enfermedades crónicas. Las granadas, junto con los hongos, son de los pocos alimentos que contienen inhibidores de aromatasa. Como se indicó anteriormente, estos inhiben la producción de estrógeno que conlleva a una reducción del riesgo de cáncer de mama.
La abundante cantidad de antioxidantes de las bayas ayuda a reducir la presión sanguínea y la inflamación, previene el daño del material genetico (ADN) , protege al cerebro del daño oxidativo y estimula a las enzimas antioxidantes del organismo. Junto con las granadas, las bayas proporcionan beneficios antiangiogénicos (previene formación de vasos sanguíneos) y antiinflamatorios que protegen contra el cáncer y otras enfermedades crónicas. Las granadas, junto con los hongos, son de los pocos alimentos que contienen inhibidores de aromatasa. Como se indicó anteriormente, estos inhiben la producción de estrógeno que conlleva a una reducción del riesgo de cáncer de mama.

Nueces y Semillas:
Son fuentes de grasas esenciales que incrementan la absorción de nutrientes presentes en los vegetales además de que proporcionan su propio espectro de micronutrientes incluyendo los esteroles (reducen el colesterol), los minerales y los antioxidantes. Algunas semillas, en particular las de linaza y las de ajonjolí, son ricas en lignano que son estrógenos vegetales que protegen contra el cáncer de mama. En un estudio fascinante, a un grupo de mujeres que fueron diagnosticadas con cáncer de mama les dieron a consumir diariamente semillas de linaza. Después de tan sólo 4-5 semanas, se encontró una reducción en el crecimiento y un aumento en la muerte de las células tumorales.
Son fuentes de grasas esenciales que incrementan la absorción de nutrientes presentes en los vegetales además de que proporcionan su propio espectro de micronutrientes incluyendo los esteroles (reducen el colesterol), los minerales y los antioxidantes. Algunas semillas, en particular las de linaza y las de ajonjolí, son ricas en lignano que son estrógenos vegetales que protegen contra el cáncer de mama. En un estudio fascinante, a un grupo de mujeres que fueron diagnosticadas con cáncer de mama les dieron a consumir diariamente semillas de linaza. Después de tan sólo 4-5 semanas, se encontró una reducción en el crecimiento y un aumento en la muerte de las células tumorales.
Como dice el dicho: “más vale un gramo de prevención que una tonelada de curación.”
Ishtar Magally Mubarak
Biocosmiatra
Referencias:
http://www.drfuhrman.com
Ishtar Magally Mubarak
Biocosmiatra
Referencias:
http://www.drfuhrman.com